Por Sophia L. Thomas, DNP, FNP-BC, PPCNP-BC, FNAP, FAANP
En enero, Estados Unidos celebra el Mes de Concientización sobre la Salud Cervical, una oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de la salud cervical. En 2018, más de 300,000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino en todo el mundo, pero la enfermedad se puede prevenir con vacunas y exámenes de tamizaje regulares.
El cáncer de cuello uterino se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de 35 a 44 años, y casi el 20% de los casos se encuentran en mujeres mayores de 65 años. En Estados Unidos, las mujeres hispanas son las más susceptibles al cáncer cervicouterino, seguidas de las afroamericanas, las indias americanas y nativas de Alaska.
Esta enfermedad es causada con mayor frecuencia por el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual que afecta a casi 79 millones de estadounidenses, generalmente en la adolescencia y principios de los veinte. La mayoría de las personas que tienen VPH no saben que están infectadas y es posible que nunca presenten ningún síntoma. Si los síntomas se presentan, a menudo pueden ocurrir años después de que se contrajo el virus, lo que dificulta determinar el momento de la infección.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los niños y las niñas reciban la vacuna contra el VPH entre las edades de 11 y 12, así como cualquier persona menor de 26 que no haya recibido la vacuna cuando era niño. Como el VPH es a menudo una enfermedad silenciosa, la vacunación es la mejor línea de defensa.
Para las mujeres adultas, se recomienda comenzar a realizarse exámenes de tamizaje de cáncer cervicouterino a los 25 años. Hay dos exámenes de detección principales para el cáncer de cuello uterino: la prueba del VPH y la prueba de Papanicolaou. La prueba del VPH busca infecciones por tipos de VPH de alto riesgo que pueden causar cáncer cervicouterino, y la prueba de Papanicolaou busca cambios en el cuello uterino. Se recomienda que las mujeres entre las edades de 25 y 65 años se hagan una prueba de VPH cada cinco años y una prueba de Papanicolaou cada tres años. Las mujeres mayores de 65 años que se han sometido a exámenes de detección regulares deben dejar de realizarse exámenes de tamizaje de cáncer cervicouterino. Una vez que se detiene el tamizaje, no debe reiniciarse.
Las mujeres que han recibido la vacuna contra el VPH deben recibir los exámenes de tamizaje recomendados. Existe la idea errónea de que una vez que una mujer deja de tener hijos, ya no necesita hacerse exámenes de tamizaje. Esto no es cierto y una conversación con un proveedor de atención médica puede ayudar a aclarar cualquier confusión.
Señoras y señoritas, si no se han sometido a una prueba de VPH o Papanicolaou en los últimos cinco años, o si debe realizarse una prueba de tamizaje periódica, el Mes de Concientización sobre la Salud Cervical es la oportunidad perfecta para poner su salud en primer lugar. Hable con un enfermero especializado u otro proveedor de atención médica para obtener más información y hagamos del 2021 el año más saludable hasta ahora.